Millones de personas que consumen aspirina a diario deberían repensar su uso
El consumo habitual de aspirinas por quienes han padecido un problema cardíaco o cerebrovascular, ya no es un hábito válido para todos los adultos mayores, según nuevas pautas.
Investigadores de la Universidad de Harvard (EE.UU.) sugieren que millones de personas que consumen aspirina con el fin de prevenir ataques cardíacos deberían «repensar» su uso, informa AP.
La recomendación tradicional dirigida a quienes han padecido un problema cardíaco o cerebrovascular, consistente en tomar una dosis diaria de aspirina, ya no es válida para muchos adultos mayores, a tenor de las nuevas pautas publicadas por los investigadores. Además, los expertos aclaran que el consumo de la aspirina podría ser apropiado únicamente para ciertas personas más jóvenes y bajo recomendación médica.
En el año 2017 alrededor de 29 millones de personas mayores de 40 años consumieron una aspirina diaria pese a desconocer si padecían alguna enfermedad cardíaca. De todas ellas al menos 6,6 millones lo hicieron sin prescripción médica, según datos de Harvard y el Centro Médico Beth Israel Deaconess.
«Muchos pacientes están confundidos», sostiene el doctor Colin O’Brien, que dirigió el estudio, en referencia a los 10 millones de personas mayores de 70 años que toman aspirina a diario para prevenir enfermedades cardíacas.
Beneficio marginal
Recientes estudios sobre la aspirina hallaron tan solo un beneficio marginal en adultos mayores con problemas cardíacos, lo que hizo que el American Heart Association y el American College of Cardiology propusieran en marzo nuevas pautas. Así, recomiendan a las personas mayores de 70 años que eviten el consumo diario de aspirinas para la prevención de enfermedades cardíacas, y sostienen que solo determinadas personas de entre 40 a 70 años pueden consumir entre 75 y 10 miligramos diarios bajo recomendación médica.
«Esperamos que más médicos de atención primaria hablen con sus pacientes sobre el uso de la aspirina y que más pacientes planteen esto a sus médicos», concluyó O’Brien.