Décima octava caminata “La Sobriedad 2020”
“La madrugada de este ocho de abril, bajo un cielo estrellado, emprendimos la Décima Octava Caminata, la cual no podíamos comenzar sin antes agradecer al Altísimo Dios, al Soberano Rey por el privilegio de caminar bajo el amanecer del miércoles Santo y desde el balneario El Tránsito, acompañados de amigos, compañeros de trabajo y vecinos”, dijo el ingeniero Francisco López.
Agregó que esta caminata tiene un especial propósito, que consiste en pedirle a Dios que derrote a ese demonio llamado Covid-19, al cual veremos vencer si tenemos a Dios en nuestros corazones, lo alabamos y glorificamos, por fe debemos tener la certeza que no habrá pandemia que pueda con nosotros.
“Todos somos hijos de Dios, quien nos ve con los mismos ojos y a todos por igual, ya que Él es amor, y por encima de todo está el amor.
“Somos una Patria que nos amamos y hoy caminaremos juntos sin importar las ideologías políticas; Sandinistas, Liberales, Conservadores, Comunistas y religiosas, católicos y evangélicos, todos unidos, dándonos las manos para que Nicaragua sea alegre, llena de esperanza y fe”, sostuvo.
El ingeniero López agregó: “Yo soy hijo de Dios y por tanto, soy hermanos de ustedes. Ese es el principio del amor, del perdón y la unidad que nos mantendrá como búfalos y águilas.
“Recorrer los 24 kilómetros de esta caminata, no son fáciles, es terreno arenoso, pedregoso, con ríos y quebradas, pidiendo a Dios nos dé fortalezas, potencia a nuestras piernas para emprender esta caminata, vamos a caminar con la fuerza, la energía y la potencia de un volcán que se llama Jesús.
“Bajo una luna espectacular de anoche, en compañía de unos amigos, recordaba a mi padre y a mi madre, nacida en la Libertad Chontales, quien hoy estaría cumpliendo 102 años, en nombre de mis padres les agradezco que me estén acompañando”.
Al igual que en años anteriores, los niños recibieron gallinas ponedoras, los ganadores del 1°, 2° y 3° lugar fueron premiados con arroz, azúcar, frijoles y aceite.
Al evento asistieron sacerdotes y pastores evangélicos y los Febreristas; pueblos vecinos de El Tránsito de la finca La Sobriedad, todos unidos y alabando al Todopoderoso.