Rumpología: el futuro a través del trasero
* La madre de Silvester Stallone es una de las grandes defensoras de esta paraciencia.
Las líneas de la mano, los posos del té o el café y el tarot son las técnicas más habituales para descifrar el porvenir de cualquiera, pero… ¿y si en realidad el futuro está precisamente echando la vista atrás? Concretamente, al culo.
La rumpología o la anomancia, aunque no está recogida por la Real Academia de la Lengua Española, ha sido definida por el escritor y académico estadounidense Robert Todd Carroll en su libro Rumpología para dummies, como «el arte de leer las líneas, grietas, hoyuelos, verrugas, lunares y pliegues del pompis de un cliente».
Esta paraciencia es, según sus seguidores, una técnica que se usa desde hace años para averiguar qué le depara la vida al ser humano. Una gran defensora de la rumpología es nada más y nada menos que la astróloga Jackie Stallone, la madre de Sylvester Stallone.
La señora Stallone es un fenómeno televisivo en Estados Unidos y no sólo por sus operaciones de estética e inyecciones de bótox. A sus 96 años, Jackie se ha hecho la máxima exponente de este «arte» y volvió a poner la técnica en boca de todos.
Según la propia Stallone, el glúteo izquierdo es una fiel representación del hemisferio cerebral derecho y a través de su lectura se puede descubrir el pasado, mientras que el glúteo derecho se identifica con el hemisferio izquierdo y es el encargado de predecir el futuro. A través de las posaderas se puede descubrir el futuro y definir el tipo de personalidad de cada individuo. El pandero es el espejo del alma.
Para la madre de Rocky, no es necesario que el cliente se desvista, ni siquiera hay que revisar su ano a fondo, ya que con una simple mirada superficial a sus partes traseras le basta. Imaginamos que ya conocerá a Kim Kardashian mejor que a la palma de su mano.
Sin embargo, no todos los rumpólogos siguen las directrices que la nonagenaria astróloga. Arturo Pizá Malvido, un fotógrafo mexicano que explora «el cuerpo y la luz como unidad», ha establecido su propio método para leer las nalgas, detallado en el artículo Fundamentos de la frenología anal.
Pizá cree que las contracciones del esfínter anal, que producen arrugas y forman los pliegues y repliegues del ano, se relacionan con la personalidad y el comportamiento de cada individuo. Siempre y cuando se disponga de un pompis saludable, existen 33 arrugas a estudiar.
Según el mexicano, «la primera decena de estrías (del ano), el monte de Júpiter, corresponde al deseo; la segunda, el monte de Saturno, a la lógica; y la tercera, el monte de Mercurio, al amor». Las restantes se corresponden con distintos aspectos de la personalidad del cliente y por eso se denominan «arrugas aleatorias».
Analizando a fondo la forma, el tacto y la higiene de cada una de estas marcas, Pizá es capaz de definir el carácter de cada persona. Por ejemplo, las arrugas aleatorias duras indican timidez y nerviosismo, pero si son suaves y elásticas son un claro reflejo de sensualidad o disposición para el erotismo. Si las arrugas están poco aseadas, el fotógrafo cree que esto un indica lucidez intelectual, energía y salud mental.
Dejando de lado el análisis de Pizá, la rumpología puede describir la personalidad de un individuo basándose en la forma de sus nalgas. Esta técnica fue ideada por el vidente alemán Ulf Buck, quien unificó la forma de catalogar a sus clientes según su tipo de culo.
Un trasero con forma de manzana, es decir, voluminoso, indica que la persona es carismática, dinámica, creativa y disfruta a tope de la vida. Si el pompis tiene forma de pera o de corazón (más grueso en la parte superior de la cadera), su dueño es alguien centrado, serio, de carácter firme y paciente. Los panderos redondos señalan alegría y optimismo, mientras que, si la persona carece de culo y su espalda se alarga hasta los tobillos sin ningún tipo de curva de por medio, es alguien muy pesimista, negativo y depresivo.
Buceando por la web encontramos algunos tarotistas que ofrecen sesiones de rumpología que van desde un estudio completo del culo hasta un análisis individual de la nalga que escojamos o la lectura de la línea divisoria del culo. Hemos intentado ponernos en contacto con algunos de ellos pero nos hemos quedado con las ganas de que exploren nuestro porvenir a fondo. Puede que los rumpólogos sean más reservados de lo que anuncian.
Si les pica la curiosidad pero no se atreven a dejarse explorar la puerta trasera, estos videntes ofrecen la posibilidad de enviar una simple fotografía. Relajen las posaderas y déjense leer, el futuro está más cerca de lo que creen.