La solución holandesa
Rubén Aguilar Valenzuela
En 1976, ante el alto consumo de drogas en el país, el gobierno de Holanda optó por despenalizar el consumo de la mariguana (5 gramos por persona que luego subieron a 30 gramos) y después pasó a su legalización. La medida pretendía reducir la demanda y la oferta, y minimizar los riesgos para los consumidores y la sociedad.
Lo han logrado con mucho éxito, sin ningún muerto, y el resultado inmediato de la aplicación de la medida fue que disminuyó el nivel de consumo, se separó el mercado de las drogas duras (coca y heroína) de las blandas (mariguana y hachís) y se evitó la venta clandestina.
Las autoridades de salud holandesas consideran que la medida, distinta del enfoque punitivo y prohibicionista, ha sido un éxito.
La experiencia les indica que el consumidor ilegal tiene más posibilidades de ir a las drogas duras y que cuando se legalizan las blandas se disminuye ese riesgo.
El gobierno holandés considera que entre más ilegal y criminalizado sea el uso de las drogas, se generan condiciones para una mayor actividad y ganancia de las organizaciones criminales. Si se quiere combatirlas con eficacia, hay que optar por la legalización.
El aumento del consumo en Holanda ha venido del turismo de drogas. Existen ahora 650 coffee shops legales que venden mariguana. El país tiene 443 municipios y en 362 de ellos (81%) no hay cofee shops.
La mayoría de los existentes se encuentra en Ámsterdam, la capital, y las regiones fronterizas con Alemania y Bélgica.
La mariguana que se produce en Holanda, que ha sufrido modificaciones genéticas, tiene ahora más de 15% de Tetrahidro Cannabico (THC), que la convierte, según el gobierno, en droga dura y por lo mismo puede causar algún daño. Recientemente ha establecido una nueva norma que exige que los coffee shops sólo pueden vender mariguana con menos de 15% de THC.
Ha decidido también que, a partir del 1 de enero del 2012, se termine el turismo de drogas y ahora los coffee shops van a operar como clubs, con no más de 2,000 miembros, quienes sólo podrán vender mariguana a los holandeses y residentes extranjeros que sean socios de esos establecimientos. Esperan que el nuevo modelo esté funcionando de manera total para enero del 2013.
La solución del gobierno holandés a la realidad de la producción, venta y consumo de la mariguana, que siempre se va dar, es imaginativa y ha demostrado ser mucho más exitoso, como estrategia de salud y también de seguridad, que el enfoque prohibicionista y punitivo que siguen el gobierno de México y otros muchos países.
El modelo prohibicionista y punitivo ha fracasado en su aplicación estos últimos 50 años. Los holandeses, con valor y determinación, fueron capaces, a contracorriente, de implementar solos una experiencia que no tenía antecedentes y demostraron que no era necesario, para implementar una medida así, esperar a que todos los países lo hicieran.