22 años caminando hacia la sobriedad

 

 

Xavier Castro Medal
(Colaboración)

Es una mañana con un sol calcinante. “Desde un extremo de los Cielos en su salida y en su curso, hasta el otro extremo, nada se esconde del calor”, así como se describe en el Salmos 19.6, da inicio la nueva XXII Caminata La Sobriedad.

Aun no nos acompaña la lumbrera mayor, el que nace a diario para todos por igual, el que en sus alas trae salvación; el hermoso Sol. Son las 4:00 a.m. los estruendosos cohetes nos dan la señal de partir, luego, suenan las palabras de amor de un hermano que, en medio del silencio, con el vaivén de las aguas de El Tránsito, indica: “Esta mañana, toda mi gratitud a Dios, nuestros Señor Jesucristo y al Espíritu Santo”. Dicho esto, emprendemos la caminata XXII, declarando que, en el nombre de Jesús, vamos por más victorias.

Muchas veces escuchamos decir que nuestros hijos hacen lo que los Padres les enseñamos con el ejemplo, y he aquí que se cumple una vez más que “De tal Padre tal hijo”, cuando con amorosa introducción el anfitrión, Ingeniero Francisco López, nos comparte que ahora su hijo Carlos López es un nuevo hijo de Dios, Teólogo recién graduado, quien, como Pastor y retomando el estándar de la Fe y el Amor con que su Padre ha hecho estas caminatas, nos insta con su prédica a creer que Dios nos ayudará a llegar a la meta, también como buen hijo, bendijo a su padre, señalando que el Altísimo nos acompaña, nos cubre y nos da salud.

No cabe duda que para los que creemos en Dios, su presencia esta en este lugar, cuando a medida que avanzamos se escuchan los gallos cantar, la algarabía del Pueblo que está al reventar, mujeres, hombres, adultos, niños, ancianos, deportistas, jóvenes y otros en recuperación, perros que ladran, aves cantando y motores encendidos nos hacen sentir y vivir una experiencia más.

Durante estos 22 años, aunque la ruta es la misma, cada año ha sido una experiencia distinta, y en la medida que sale el Sol, vamos encontrándonos con muchos rostros, a veces nuevos, a veces aquellos que volvemos a ver cada 365 días, entonces, ese calor humano, ese contento caminar, ese aire que te pega de frente y esa acústica del viento, como dije antes, no cabe duda, la presencia del Señor está en este lugar.

Otro Miércoles Santo… sí, y es que, así como Dios ofreció su hijo para salvación nuestra, así, como una muestra de amor y gratitud al Altísimo, el Ing. Francisco López hace XXII años, viendo un día al universo, al Cielo, las estrellas, decidió ofrecer sus miércoles santos en caminatas entregadas al Señor, y así, comenzó a caminar, llevando a Cristo en su corazón.

Los que hemos tenido la oportunidad de hacer esta caminata, conocemos las dificultades del camino, y es que, así es la vida en realidad, nos tropezamos con piedras que son todos aquellos retos y situaciones difíciles que encontramos, pero sabemos que caminando de la mano del Señor todo lo podemos superar, y un testimonio fiel de lo que aquí les narramos es la confesión que nos hizo el Anfitrión, cuando creyó que por primera vez desde que comenzó la caminata no lo iba lograr, pero le recordó al Señor el Plan que tienen para dejar de andar, y habiéndole recordado que Dios es el Jefe y que Él decide hasta cuándo Chico López dejara de andar y lo llame a su presencia.

Hasta entonces, él estará cumpliendo con amor la caminata llamada La Sobriedad. Fue ahí cuando se vistió con las fuerzas de un león, y como el gran Caupolicán anduvo, anduvo, anduvo. Este testimonio nos hace tener presente que nuestro socorro viene de Jehová, que hizo los Cielos y la Tierra, que basta alzar nuestros ojos a los montes y clamarle a Él.

El agradecimiento del Ingeniero Francisco López trasciende a su esposa, Yara Pérez, a sus hijos e hijas, nietos, amigos, hermanos y resto de familiares, a sus colaboradores, a quienes les envió un abrazo fraterno, sin que ni las diferencias políticas o religiosas les priven de tener una hermosa amistad, y el abrazo infalible remitido a Católicos y Evangélicos unidos bajo el amor de un mismo Dios, ese Dios ante el cual sin distingo de credos presentamos a los niños para que todos ellos tengan un futuro mejor. Además, extendió sus mejores deseos para los hombres nuevos del Hogar de Rehabilitación del Adulto “HODERA”.

Y al final de esta hermosa fiesta Espiritual vamos todos a celebrar con la tradicional corrida de toros, nacatamales, café y la entrega de los premios.

Entre amigos como Iván Acosta, Mario González, Luis Martínez y el Comisionado Umaña, el Ingeniero Francisco López agradece a todos los participantes por el acompañamiento y la participación a tan hermoso evento, cerrando sus palabras con una invitación para la celebración del aniversario del Centro HODERA.