Amín Eslaquit Carrasquilla: hombre de gran dignidad
Lilly Soto Vásquez
La Concepción es un pueblo de Masaya que como todo pueblo tiene su propia historia, sus personajes, su idiosincrasia y su propia identidad. Los concheños y concheñas nos sentimos especiales. Un poco para darnos cariño entre nosotros mismos y otro tanto para fortalecer nuestra propia identidad. Todos y todas nos conocemos y nos queremos independientemente de las disputas que por razones ideológicas en cada elección política se llevan a cabo.
Amín Eslaquit Carrasquilla, coronel retirado del Ejército, hombre tranquilo, de hablar pausado y con todas las costumbres y valores de los fundadores y pobladores del pueblo. Todos los respetábamos. Su trayectoria es limpia, clara y contundente. Sin temor a equivocaciones, un concheño amado por su gente. Amín entraña una larga historia familiar que se inició con Don Miguel Eslaquit y la mama Esther. Con mama Naya (Genara) y con mi bisabuela materna, Francisca Quintero, Mama Chica, una de las fundadoras del pueblo.
Forma parte de la segunda generación de concheños y concheñas involucrados con el Frente Sandinista de Liberación Nacional. La primera generación la inició Lesbia Carrasquilla Quintero, heroína del FSLN, quien fuera apresada y vilipendiada por la Guardia Nacional en los finales de los sesenta, primera esposa del periodista e historiador, Roberto Sánchez Ramírez. Lesbia es tía materna de Amín, hermana de Miriam Carrasquilla, la mamá de Amín.
Amín fue combatiente, organizador, mediador de conflictos, correo, casa de seguridad, de todo .Poco a poco, fue ganando su espacio hasta llegar a ser Coronel del Ejército, respetado y querido por la gente. No fue fácil para él ya que su papá el histórico beisbolero y varias veces alcalde del pueblo, no coincidía con sus ideas, el amigo de mis padres, Amín Eslaquit padre, pero toleraba la participación política de sus hijos por una patria mejor. Como el coronel era el hijo mayor y por la costumbre popular nicaragüense, al Coronel, en el pueblo se le conoce como Amincito.
El pueblo de la Concha va a recordarlo como el amigo, el campechano, el hombre sencillo y sano, dedicado a su familia y a la nación nicaragüense.
Sean estas líneas un bálsamo para aliviar el dolor de todos y todas, concheños y concheñas a donde se encuentren, que sepan que la historia la escriben los seres humanos y que estos seres humanos se organizan en familias y las familias se asientan en los pueblos.
En este caso, La Concha ha perdido a un concheño ejemplar, respetuoso de las ideas de los demás y de la historia del pueblo y del Frente. Sin subterfugios, sin alardes y sin parafernalia, Amín Eslaquit era un hombre de gran dignidad. Mis condolencias a Amín Eslaquit padre, a su mamá Miriam Carrasquilla, a sus hermanos y a su esposa e hijos y demás familiares y de manera especial, a todos y cada uno de los pobladores de La Concha.
Guatemala de la Asunción, 19 de marzo de 2012