A Estados Unidos por sendero de cadáveres
* Nicaragüense consternado por muertes que le ha tocado presenciar en La Bestia, sin embargo, sigue adelante en busca del cada vez más siniestro “sueño americano”
Originario de Nicaragua y de paso por México para ir en busca del sueño americano, Enrique Tovar se siente consternado porque durante el viaje ha visto fallecer a cuatro compañeros, uno de ellos de la manera más inesperada: Abordo de La Bestia, de repente los ojos del chavo se pusieron en blanco, se desmayó y cayó del vagón.
“Íbamos en el techo y muy rápido, sólo vimos cómo su cuerpo se fue para atrás. No pudimos hacer nada, compañeros que iban en la parte trasera del tren dicen que su cabeza quedó destrozada.
“Desmayó. No sabemos si por hambre, por lo fuerte que pega el sol, si estaba enfermo”.
Quiere regresar a su casa, pero…
Con 25 años y sólo con la primaria terminada, Enrique relata que hace unos días vio cómo un compañero también cayó del tren al tratar de sujetar a una mujer que viajaba con ellos y que estaba a punto de caer.
“La salvó pero él no. Se fue entre los dos vagones. La máquina pasó sobre su cuerpo. Me siento raro, mal, consternado, porque en el camino también vi dos cuerpos que estaban tendidos junto a las vías tras ser atropellados por La Bestia. De momento siento que debo regresar a mi casa, pero tengo fe de lograr mis sueños en este segundo intento”.
Enrique Tovar relata que hace tres años la experiencia fue menos pesada, aunque tuvo que regresar a su casa de Managua porque al aventarse del tren, para bajar, se lesionó una rodilla y no pudo continuar su viaje.
Mil y un riesgos
“Esta vez el paso por El Salvador fue más rudo debido a la gran presencia de los Maras Salvatruchas, quienes andan bien armados. En Chiapas hay muchos policías; fue mucho más difícil entrar, además de que nos quitan lo poco que traemos”.
Enrique cuenta que trabajaba como soldador en un pequeño negocio donde la paga era mínima para solventar los gastos de su familia. Pese a la objeción de su hermano mayor para aventurarse hacia los Estados Unidos y los accidentes que ha presenciado, Enrique continúa con la esperanza de una nueva vida.