Temor a dar a luz a “hijos de Los Zetas”
Oscar Merlo
* Muchas centroamericanas –entre ellas jóvenes nicaragüenses- son violadas por los narcotraficantes, por lo que han optado por ponerse inyecciones anticonceptivas
Las mujeres centroamericanas que buscan llegar a Estados Unidos a través de México, se inyectan Depo-Provera, un medicamento que previene el embarazo durante tres meses. Es duro reconocerlo, pero lo hacen porque saben que la mayoría de las que se lanzan a esa aventura migratoria serán inevitablemente violadas.
El Grupo Reforma de la nación azteca entrevistó a mujeres migrantes que han dejado atrás a sus hijos en busca de mejores horizontes, que al final puede ser una vida de esclavitud como empleadas domésticas o cortadoras de tomates, con la posibilidad de que sus patrones no les paguen lo que manda la ley por ser indocumentadas.
“Si el migrante no es tu hermano, Dios no es tu padre”, se lee en un refugio donde varias mujeres se cubren rápidamente el rostro al percatarse de que hay cámaras de televisión filmándolas. Mensajes cristianos como el anterior, no parecen hacer mella en el blindaje del corazón de los narcotraficantes, policías y tratantes de personas.
Sentada en la vía del tren a la espera de “La Bestia”, el temible tren donde han perdido la vida miles de centroamericanos, Karina Flores se frota nerviosamente las manos mientras cuenta que “me puse una inyección para planificar, tal vez no salir embarazada por las muchas violaciones que hacen”.
Todas las entrevistadas lucen llorosas. Otra muchacha que no dio su nombre, asegura que de tanto que se habla de Los Zetas y de la migración (policías mexicanos) todos se ponen temerosos y ella por poco se cae de un tren por los nervios.
Al final del corto documental, aparece una mujer embarazada a quien le protegen la identidad, que dice: “Soy de Honduras y soy víctima de abuso sexual aquí en México”.
Muchas de las mujeres que se “embarcan” en esos viajes que las llevan hacia el horror de los vejámenes sexuales, el secuestro, la extorsión y hasta el asesinato, son nicaragüenses, y las centroamericanas que quedan embarazadas indudablemente que estarán pariendo a “los hijos de Los Zetas”.