Espía colombiano es también hábil estafador
* Historia de las deudas y las denuncias por estafa y falsedad que tiene Luis F. Ríos, acusado de espionaje en Nicaragua.
JOSÉ GUARNIZO ÁLVAREZ
El Colombiano
Para estar metido en un enredo del tamaño de un trasatlántico, Luis Felipe Ríos Castaño -un hombre que nació en una familia prestante de Medellín- parece exageradamente aplomado, sereno.
Se pensaría, dice su abogada, Silvia Sánchez, que una persona que está presa en el extranjero, que no tiene comunicación con su familia, que lleva once días sin bañarse y sin cambiarse de ropa, que tiene en este momento un futuro tan incierto, podría quebrarse fácil ante una audiencia en la que lo acusan de buscar información restringida y reservada, relacionada con la defensa y seguridad nacional de Nicaragua.
Pero no. En solo 15 minutos que Silvia tuvo para hablar con su defendido, se encontró con un hombre imperturbable, un extranjero locuaz que minutos después, ante el Juez Quinto del Distrito Penal de la Audiencia de Managua, aceptó haber cometido los delitos de «violación de secretos e intrusión en contra del Estado».
Cuarenta minutos duró la diligencia. Afuera las cámaras se peleaban una migaja de imagen. Adentro, Ríos, cuyo cuerpo despedía el olor de la cárcel (Silvia dice que era imposible no pensar en ello), se declaraba culpable. El juez fijaba la fecha del 7 de julio para proferir el fallo, una sentencia que puede hacer que Luis Felipe no vuelva a Colombia hasta dentro de 16 años.
Por supuesto que a estas alturas, preguntas es lo que hay. Por ejemplo: ¿cómo llegó este hombre de 34 años de edad hasta este punto de la historia? ¿Cuáles son las pruebas en su contra? ¿Qué huellas dejó en Colombia, pero sobre todo en Medellín?
Vamos por partes. Ríos fue capturado el 12 de junio pasado por agentes de la Dirección de Migración y Extranjería de Nicaragua, en la casa que había tomado por arriendo, ubicada en el kilómetro 11 ½, de la vía Masaya, de Managua.
El caso parecía ser el de un inmigrante que no tenía sus papeles en regla, hasta que el mismo comandante en jefe del Ejército de Nicaragua, el general Julio César Avilés Castillo, le dijo a los medios de comunicación de ese país que Ríos era nada menos que «un espía».
En el caso estaban involucrados dos oficiales de las fuerzas armadas de Nicaragua: el capitán Leónidas Rubén Castillo y el teniente Amaru Vicente Álvarez Granera, del Primer Comando Central. Ambos uniformados fueron juzgados por la Justicia Penal Militar, en un proceso que se llevó con absoluta reserva, según cuentan Martha Vásquez, periodista judicial del periódico La Prensa y Ernesto García, de El Nuevo Diario.
El Fiscal Armando Juárez expuso en la audiencia de juzgamiento a Ríos, supuestas evidencias como correos electrónicos, 60 recibos de envío de dinero desde Colombia, a través de Western Union, en los que según Juárez, aparecen los nombres de varios oficiales colombianos: nombró a los coroneles Andrés Pérez Parodi y a Carlos Alberto Bautista Londoño, como los remitentes de las remesas que ascienden, según el Fiscal, a 29 mil dólares.
El Ministerio Público (así le llaman a la Fiscalía en Nicaragua) mencionó también a los supuestos oficiales de Colombia, Anderson Ernesto Pérez Fernández ; teniente César Leonardo Tiques Bernier , del Batallón Aerotransportado Número 28; Romano Alexánder Díaz , de la Secretaría Distrital de Bogotá; y Gerardo Chadid Santamaría , de la Escuela Naval de Cadetes Almirante José Prudencio Padilla.
Ante la avalancha de noticias que comenzaron a llegar desde Nicaragua, el presidente Juan Manuel Santos no tuvo más que pronunciarse. «Yo mandé a investigar bien el hecho (…) esto es un asunto de seguridad nacional que generalmente no comento con la prensa», dijo el 15 de junio desde Costa Rica.
El martes 26 pasado (el mismo día que Ríos aceptó los cargos) EL COLOMBIANO se comunicó con la jefatura de Prensa del Ministerio de Defensa, para preguntar por una versión oficial y la respuesta fue: «El ministro Juan Carlos Pinzón no ha hablado del tema y es posible que no lo haga. Si hoy, en un acto público los periodistas le preguntan y él habla, esa será la respuesta».
Y Pinzón habló, pero sin dar mayores detalles. Aseguró que Luis Felipe Ríos era un periodista que «nunca ha trabajado con las Fuerzas Militares» y que Colombia nunca ha sido hostil frente a ningún país.
Entonces, ¿de dónde saca Nicaragua que Luis Felipe los espiaba? La pregunta es para la abogada Silvia Sánchez:
«Yo honestamente no le puedo decir si era o no era un espía. No he querido indagar más allá de lo que está expuesto en la acusación de la Fiscalía. La Fiscalía narró unos hechos que, aparentemente, se vienen dando desde el año 2010 y eso fue lo que él aceptó. Pero el reconocimiento por parte de él de participar en esos hechos, incluye esa denominación de espionaje. Está claro», dijo.
Tal como lo dijo Pinzón, Ríos era corresponsal y colaborador externo free lance en Colombia del grupo español de revistas Edefa, que incluye la publicación FDS (Fuerzas de Defensa y Seguridad), Airline 92 y defensa.com.
Una vez capturado Luis Felipe, Edefa emitió un comunicado en el que aclaraba que la corresponsalía de su reportero estaba destinada a Colombia y no a Nicaragua. En la misma carta, dieron por cancelado el vínculo laboral que ya ajustaba cuatro años.
El corresponsal
Pese a estar en el extranjero, Luis Felipe nunca dejó de escribir sobre asuntos de seguridad de Colombia. De hecho, un día antes de su captura publicó el artículo: «Embraer, Sikorsky y Russian Helicopters miran a Colombia». El 7 de junio: «Finaliza la visita de la viceministra de Defensa de Colombia a Perú con la identificación de posibles proyectos conjuntos en materia de defensa». El 6 de junio: «Arranca Fuerzas Comando 2012 en Colombia». Es claro que Ríos, por la razón que fuera, conocía a militares locales. Lo que no se ha dicho en Colombia es hasta qué punto y hasta qué nivel de confianza.
De Luis Felipe -cuya familia reside en un conjunto residencial de El Poblado- conocimos que trabajó años atrás en una EPS y que además de periodista, hizo varios semestres de Derecho. Una joven que dice haberlo tratado a fondo, lo describe como un hombre inteligente, de buenos modales y convincente al hablar.
Luz Amparo Echeverri Restrepo, otra mujer que asegura conocer a Luis Felipe desde hace 15 años (de los 32 que ella tiene), declara que él una vez la atendió en el casino de oficiales de una unidad militar. Menciona el Cantón Norte y una Escuela de Caballería.
La prueba de que Echeverri y Ríos se conocen es una deuda de 26 millones de pesos que según ella, Luis Felipe nunca le devolvió. El 27 de febrero de 2009, el Juzgado 22 Civil Municipal, falló a favor de Luz Amparo, en sentencia No. 34 de 2009. Allí se ordena seguir adelante con el proceso de ejecución, por los siguientes montos representados en pagarés: 2’988.000, 2’517.391; 2’633.000; 24’320.500 y 3’031.000.
Una larga lista de demandas
Pero esa no es la única vez que le cobran dineros a Luis Felipe en Medellín, por la vía civil, en procesos denominados de menor cuantía.
En el sistema de la Rama Judicial aparece que Franklin Alberto Uribe Pasos lo demandó en los juzgados 5 Civil Municipal (el proceso está archivado) y en el 16 Civil Municipal. Amparo Pina Castillo también lo demandó en el Juzgado 24 Civil Municipal (hubo sentencia de primera instancia). Antonio Cubides Álvarez demandó a Ríos en el Juzgado 16 Municipal (luego retiró la demanda). La misma Luz Amparo Echeverri registra demandas en los juzgados 25 (retirada), 22 y 13 civil municipal. Y, por último, aparece que Howard Albert González demandó a Luis Felipe en el Juzgado 10 civil Municipal. Este proceso está archivado.
La lista de líos no resueltos de Luis Felipe continúa. En la Fiscalía General de la Nación le obran 14 registros (ver tabla). La mayoría son denuncias que han interpuesto en su contra, por distintos delitos.
Hay una denuncia por el presunto delito de «falsedad personal» (artículo 296 del Código Penal) del 4 de septiembre de 2011. El proceso está vigente, activo y en indagación.
En Bogotá aparecen dos querellas por estafa. Una está en la Fiscalía 101 y otra en la Fiscalía 242. Se trata de hechos del 25 de octubre de 2010 y del 30 de noviembre de 2009, respectivamente.
Por presunta estafa hay otra querella que reside en la Fiscalía 81 Local de Medellín, dos en la Fiscalía 65 y una última en la 91 Local. Hay otra denuncia en contra de Ríos por «falsedad en documento privado», en el despacho de la Fiscalía 101 seccional de Medellín, con fecha del 14 de abril de 2008. EL COLOMBIANO contactó a la Fiscal, quien corroboró la existencia del caso, pero no quiso dar declaración alguna.
Otra denuncia por su presunta responsabilidad en el delito de «usurpación de derechos de propiedad industrial y derechos de obstentores de variedades vegetales», le figura a Ríos en la Fiscalía 71.
Una querella por «abuso de confianza», interpuesta el 14 de agosto de 2008, le pesa a Luis Felipe en la Fiscalía 102 Local de la ciudad. Y, como colofón, están dos denuncias por inasistencia alimentaria (una de ellas activa), en las fiscalías 189 y 101.
EL COLOMBIANO le solicitó el jueves pasado a Marlen Suárez, directora (e) Seccional de Fiscalías de Medellín un reporte de lo que han avanzado los casos anteriormente mencionados. Estamos a la espera de su respuesta.
Pese a que las querellas resultan pequeñas al lado del lío mayor, el de «seguridad nacional», al menos sí ayudan a delinear el perfil de tan particular y escaso personaje.
LA PRUEBA
Fallo que prueba deuda de ríos
Este es solo uno de los procesos que le aparecen a Luis Felipe Ríos en la Rama Judicial de Medellín. La demandante es Luz Amparo Echeverri. El radicado es el No. 05-001-4003022-01196-00. En ocho juzgados civiles municipales más, Ríos aparece demandado por deudas (leer texto principal). En Fiscalía le aparecen cuatro denuncias por presuntas estafas, más otras por distintos delitos.
OPINIONES
LA ESTRATEGIA DE DEFENSA
SILVIA SÁNCHEZ Abogada de Luis Felipe
«Mi defendido se declaró culpable. Esa, considero es una salida un poco más favorable de lo que pudiera ser un juicio oral y público en términos de imposición de pena. Queremos lograr que lo envíen a una cárcel distinta a la Policía».
JUAN CARLOS PINZÓN Ministro de Defensa
«Colombia nunca ha sido hostil frente a ningún país, esa es una tradición histórica. Se han adelantado averiguaciones y se confirmó que el detenido involucrado en este caso nunca ha formado parte de las Fuerzas Armadas».
CLAVES
Para entender el proceso
1. Fiscalía de Nicaragua dice que Ríos obtuvo información de seguridada través de dos oficiales.
2. Según la Fiscalía de Nicaragua, Ríos recibió información de oficiales en una bomba de gasolina.
3. Que Ríos se haya declarado culpable, no prueba espionaje. Colombia hace su propia investigación.
4. El próximo 7 de julio se conocerá en Nicaragua el monto de la condena de Luis Felipe.