El efecto dominó de un crimen
Facundo Cabral, una de sus últimas fotos.
* Estructuras del crimen organizado dedicadas al sicariato, narcotráfico, lavado de dinero, robo y clonación de vehículos quedaron al desnudo tras las investigaciones que siguieron al atentado en que murió el cantautor argentino Facundo Cabral, el sábado 9 de julio del 2011, y en el cual quedó herido el empresario nicaragüense Henry Fariñas, hoy en prisión.
Paola Herrera
Prensa Libre
Aproximadamente 13 asesinatos ocurridos en Escuintla no hubieran sido vinculados con una misma organización sin las escuchas telefónicas efectuadas para esclarecer el asesinato del artista, que causó conmoción a escala mundial.
El proceso dio un giro inesperado el 29 de marzo último, cuando Fariñas, quien había contratado a Cabral para que ofreciera un concierto en Quetzaltenango el 7 de julio, fue capturado en el aeropuerto de Nicaragua, acusado de pertenecer a una red dedicada a lavar dinero y traficar droga desde Colombia hasta México.
A esa red son vinculados también Alejandro Jiménez, alias el Palidejo, supuesto autor intelectual del fallido ataque contra Fariñas.
Testigo clave
Las pesquisas cobraron agilidad gracias a un arrepentimiento inesperado. Eran las 6 horas del lunes 11 de julio del 2011, cuando un hombre, agobiado por la culpa, se presentó en la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) con la intención de contar cómo el trovador argentino había sido víctima colateral de un lío de drogas.
A muy pocas cuadras de ese lugar, en el edificio central del MP, en el barrio de Gerona, en la misma zona, un equipo de 20 personas buscaba un milagro para resolver rápido un crimen de tanto impacto. Llevaban más de 24 horas sin dormir.
A las 9 horas, el hombre llegó al MP, donde los investigadores observaban una y otra vez las imágenes de las cámaras de seguridad de varios inmuebles y de la Empresa Municipal de Tránsito capitalina, cercanas a la estación de Bomberos Municipales hacia donde el conductor Fariñas se desvió en busca de ayuda, pero era tarde: el legendario Cabral había muerto.
El ataque iba dirigido contra el empresario nicaragüense, por una deuda de drogas que tenía con el Palidejo, dijo el testigo.
La orden era que el atentado fuera en Guatemala, y no en Nicaragua, para que no sospecharan de él.
Quitaron las cámaras
Sin embargo, Fariñas, gerente de la cadena de centros nocturnos Élite, en Centroamérica, aseguró que el conflicto con el Palidejo surgió por el desacuerdo en la compra de dos negocios en Costa Rica. Las investigaciones llevaron al MP a allanar Élite, en Guatemala, pero ya no se encontraron las cámaras de seguridad.
Además, varias colombianas que trabajaban en ese sitio nunca llegaron a la Fiscalía a reclamar sus pasaportes, que se encontraban en las cajas fuertes del negocio, con dólares en medio.
Documentos falsos
El Palidejo ingresó en el país como José Tremiño, de origen nicaragüense, nombre por el cual lo conocía Fariñas.
Ese hecho también puso en evidencia una organización en Nicaragua dedicada a falsificar documentos, en la que se involucra a la hermana de Fariñas, Karla.
Detalles
El testigo identificó a cinco personas que habían participado en el crimen y aportó los números de teléfono de cuatro de ellas.
El día del ataque, el colaborador condujo un vehículo BMW X5, propiedad del Palidejo, que le entregó Elgin Vargas Hernández, quien contactó a los sicarios y aportó las armas para el ataque, que se ejecutó a las 5 de la mañana, cuando Fariñas salió y casualmente transportó a Cabral, quien al parecer esperaba un transporte del hotel.
Wilfred Allan-Stokes-Arnold.
Wilfred Allan Stokes Arnold fue identificado por los datos obtenidos del sistema Afis —identificación automática de huellas dactilares— de la Policía Nacional Civil, ya que el testigo solo lo identificaba por el apellido.
Vargas y Stokes eran conocidos por el testigo, ya que operaban juntos desde hacía años. “Yo trabajaba con el señor Enrique Vargas, moviéndole vehículos y de piloto, a veces, de él. Había varias clases de vehículos, unos eran robados y otras veces me enviaba a dejar vehículos a El Salvador”, indicó.
Ambos fueron los primeros en ser capturados, el 12 de julio, un día después de que el testigo se entregara.
Sicarios
El seguimiento de las llamadas telefónicas que efectuaban quienes dispararon contra la camioneta Range Rover donde se transportaba el artista llevó al MP a Escuintla, donde operaba una banda de sicarios. Fue así como Juan Hernández Sánchez y Audelino García Lima fueron identificados también por el sistema Afis y reconocidos por el testigo mediante fotografías.
El 31 de julio fue capturado Hernández Sánchez, en un partido de futbol, en Masagua, en tanto que Lima fue detenido el 29 de octubre, después de haber cambiado más de 10 celulares.
Juan Hernández, uno de los cabecillas.
Vínculos a narco
Tanto Fariñas como el Palidejo son vinculados a una red que trafica droga y lava dinero desde Colombia hasta México.
En Costa Rica se tiene una investigación abierta contra Jiménez por legitimación de capitales provenientes del narcotráfico, pero las autoridades no han logrado obtener pruebas para sustentar la acusación.
De esa cuenta es que al ser capturado, el 13 de marzo último en Colombia, renunciaron a su derecho de reclamarlo y autorizaron que este país lo entregara a Guatemala.
Fariñas permanece preso en Nicaragua, donde se le acusa de lavado de dinero, trafico de droga y vínculos con el crimen organizado.
Según el testigo, Vargas era uno de los encargados de coordinar el traslado de cocaína en vehículos y cambiar en diferentes denominaciones el dinero y luego sacarlo del país.
Robo de autos
Las declaraciones del colaborador dejaron en evidencia que Vargas Hernández y Stokes Arnold se dedicaban a comprar vehículos robados.
En su declaración afirma: “Por ejemplo, él —Vargas— compraba un vehículo Toyota Corolla, modelo 2000 color rojo, y entonces venía y compraba un vehículo robado con similares características y pasaba todas las piezas, y si no era del mismo color lo pintaban como el chocado”.
Los vehículos eran trasladados a El Salvador y Nicaragua donde eran vendidos y no tenían ningún problema porque entregaban todos los papeles que no tenían ninguna anomalía.
Los vehículos robados por otra banda en diferentes puntos del país eran entregados en la carretera hacia El Salvador y luego trasladados a la casa de Vargas de donde eran movidos para unos talleres donde eran clonados —cambiadas las piezas—.
Coinciden armas
Un cotejo de armas permitió a las autoridades determinar que en Escuintla operaba una banda de sicarios.
Esa banda era integrada por Audelino García Lima y Juan Hernández, quienes dispararon contra el vehículo en el que viajaba Cabral.
Mediante las escuchas telefónicas, los investigadores lograron impedir un crimen que la banda estaba por cometer. La reunión fue en una tienda de conveniencia de Puerto San José, aunque las armas habían sido lanzadas al basurero del negocio.
De acuerdo con la información del MP, el líder de ese grupo era Hernández, quien trabajó en el Estado Mayor Presidencial de 1987 a 1991 y fue dado de baja.
La banda estaba integrada por Byron Cortez Lima, René Lima Muralles, Marvin Giovanni Reyes Navarrete, Luis Arturo de León Ojeda, Gustavo Camey y el excapitán del Ejército Alfredo Camey Amaya, todos capturados.
A un año de la muerte
8/7/2011
Seguimiento
La banda vigila los pasos de Fariñas en el hotel Tikal Futura, donde se hospeda junto a Cabral.
9/7/2011
Ataque
Se produce el ataque en El Trébol, cuando Cabral y Fariñas van hacia el aeropuerto.
11/7/2011
Entrega
Se entrega el colaborador, quien delata a toda la banda, lo que permite cuatro capturas entre julio y octubre.
13/3/2012
Cae el Palidejo
Es capturado en Colombia Alejandro Jiménez, supuesto autor intelectual del ataque contra Fariñas.
Curioso
Detalles que no se saben del caso.
-La guitarra y la maleta del artista nunca aparecieron.
-El MP solo encontró una de las armas utilizadas en el ataque.
-Las cámaras de seguridad de Élite fueron retiradas.
Un año
se cumple mañana del ataque en el que murió Cabral.
Cinco personas
están procesadas por la muerte del artista.