La alienación de un mundo en franco declive

Dr. Enrique Rimbaud

Muchas veces discutimos o debatimos acerca de estos temas… la desaparición de las especies. Y no podemos entender cómo la gente no se preocupa o esgrime argumentos estúpidos como que hay que proteger a las especies para que las puedan ver nuestros nietos. Mucho más importante que esto es que las especies forman parte de un ecosistema general, donde todos tienen un rol fundamental, y cada vez que una desaparece se altera toda la naturaleza.

De casi 42,000 especies registradas en el mundo, ya han desaparecido más de 17,000. ¿Qué estamos esperando? ¿Quedar solos? ¿O acaso esperamos sobrevivir en un mundo yermo, árido, sin vida?

Las cifras son espeluznantes, aterrorizantes, escalofriantes. Cada hora, sí, cada hora, el tiempo entre que escribo y difundo esto, el tiempo que tardamos en almorzar, desparecen tres especies de fauna y flora de este mundo. Estamos hablando de 72 especies por día, 504 especies por semana, 2,016 especies por mes, o lo que es lo mismo, casi 25,000 por año.

¿Se puede saber qué estamos esperando para hacer algo?

En el mes de junio vimos con azoro y asombro a través de la magia de las comunicaciones, cómo se relataba con absoluta sangre fría y despreocupación la desaparición de una especie, con la muerte de George, la última de las tortugas Galápagos.

Bueno, si entendemos que la tortuga de Carey está en real peligro de extinción y ni Marena ni la Policía ni el Ejército hacen nada, mientras los habitantes de Occidente las van matando… ¿qué podemos esperar de la noticia de George?

En un mundo en el que todos los días miles de personas estamos luchando por los derechos de los animales, logrando que se aprueben leyes nacionales, municipales, provinciales o estatales en defensa de los animales, no podemos comprender cómo gente como el Rey Juan Carlos de España, acabado de nombrar en España como Presidente Honorario de la World Wild Foundation, se quiso desestresar y se fue a Botswana a matar un elefante con su rifle de caza de lo más campante. Una figura pública. Un rey, un líder de estado, comete un delito ambiental matando animales en vías de extinción.

Hoy nos enteramos que en Chile sacrificaron un tigre blanco porque atacó a un funcionario que se metió en la jaula. ¿Hay que sacrificar al tigre? ¿O al Administrador que no ha dispuesto de las medidas de seguridad pertinentes? Hay solo 210 tigres blancos en todo el mundo, bueno, hoy hay 209 y todos en zoos. ¡Ninguno en libertad!

Definitivamente, la especie humana debe entrar en razón, si somos seres inteligentes como tanto nos vanagloriamos, debemos hacer algo en forma urgente por preservar la biodiversidad, las especies en peligro y las que no lo están.

¡Porque los animales nos importan!

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