Rss Feed Tweeter button Facebook button Youtube button
|

“Edificio se cimbró y vi gran hongo negro”

Sentí la explosión y luego un cimbronazo en el edificio. Al instante vi un hongo negro y gigantesco que llegó  al sexto piso. Todo quedó  a oscuras, por lo menos 30 segundos, después todo era caos y dolor”, así recuerda Ricardo Gómez cómo se estremeció esta mañana el centro de Buenaventura, tras explotar a las 9:35 de la mañana un carro bomba.

Las autoridades ofrecieron 300 millones de pesos de recompensa –unos 157,160 dólares-, por información sobre los autores del atentado, que también dejó 56 heridos.

El humo que vio Gómez, que estaba en el noveno piso de un edificio, salía abajo de los hierros retorcidos de un Mazda 323 verde, con placa QEM 070, de Popayán, que fue cargado unos 40 kilos de explosivos y que explotó justo frente a la sede de la URI de la Fiscalía y a unos 30 metros del edifico de la Alcaldía.
La calle era un caos. En diferentes sitios, entre carros destrozados, estaban los cuerpos de Edwin Carvajal Velásquez, de 20 años, miembro de la Policía quien hacía cuatro años había llegado al puerto; Luis Eduardo Ramírez González; Ingrid Vanesa  Benítez, una vendedora de minutos, y Efraín Ruiz Gamboa, funcionario de la secretaría de gobierno.

Había puertas voladas y una alfombra de vidrios por todos lados. Los heridos gritaban por ayuda y ensangrentados eran embarcados en vehículos rumbo a los centros de salud de puerto.

Al Hospital departamental y a clínicas privadas fueron remitidos 56 heridos, entre ellos funcionarios judiciales, policías, vendedores ambulantes y ciudadanos que hacían a esa hora diligencias en la Fiscalía. En el hospital murieron nueve.

Luis Arnold Hurtado, de 65 años, uno de ellos, dice que se salvó porque estaba recostado a un poste.

“Fue una cosa ensordecedora, me tiró al suelo. Pensé que era una plomiza y me acordé del servicio militar. Me arrastré y sentía que apoyaba codos y piernas en vidrios y seguí adelante. Luego, corrí y caí semiinconsciente, solo escuchaba voces de amigos que decían ‘tranquilo Arnold, tranquilo’, luego me desmayé y desperté en el Hospital. No era el día mío, es un milagro”, relató.

También atribuye a un milagro estar vivo el taxista Ricardo González.

En el taxi BMW 327 viajaba con dos pasajeros y quedaron a siete metros del carro bomba.

“No supe qué pasó con los que iban conmigo. Me tiré y corrí como unos 100 metros, estaba todo oscuro, con mucho humo, solo oía algunos gritos”, dice este hombre que hace un año está pagando el taxi, que quedó destrozado.

A solo cinco metros estaba Martha Isabel Arias. Iba en una camioneta que quedó en mitad de la vía.

“El carro se sacudió, empezaron a caer cosas. Pensé que iba a morir aplastada. Me agaché a orarle a Dios. Los vidrios se astillaron. La puerta quedó retorcida y no pude abrir. Me tiré por la ventana”, contó.

Hacia el mediodía un patrullero de la Policía y dos mujeres, una de ellas con quemaduras de tercer grado en la cara y el cuerpo, debieron ser trasladadas a Cali por la gravedad de su condición.  Mientras tanto, otros diez heridos fueron dados de alta.

Policías expertos en explosivos dicen que extrañamente la onda salió hacia arriba, lo que hizo que las consecuencias no fueran más graves en la estrecha vía.

“El vehículo fue dejado frente a la sede de la URI, pero no se puede decir contra qué entidad estaba dirigido, en el sector quedan varias dependencias oficiales. Lo que sí es claro es que es un atentado contra la ciudadanía, es un sector muy concurrido, es un atentado contra Buenaventura y su comunidad”, dijo el secretario de Gobierno de Buenaventura, Henry Moreno.

En el sector son numerosos los edificios de tres y cinco pisos que hacen las veces de oficinas y también como apartamentos.

Esperanza Bustamente, que trabaja en un apartamento dos pisos arriba donde explotó el carro, dijo: “Pensé: esto se está cayendo, este edificio se va para el suelo, me cayeron unas ventanas encima. Dios está con uno, de otra forma no se explica estar viva”.

Candidato Santos se pronuncia

Desde Buga, el candidato presidencial de ‘la U’ le reiteró al “pueblo vallecaucano” que “la culebra sigue viva”.

Santos manifestó que por hechos como el atentado de esta mañana en la ciudad portuaria, “es que no se puede dar marcha atrás en la Seguridad Democrática, todo lo contrario, hay que echar para adelante y reforzarla”.

Igualmente, agregó que “la culebra está viva, no podemos bajar la guardia ni un milímetro hasta no verla totalmente muertecita”.

IVÁN NOGUERA
EL TIEMPO

Archives

Recently Commented

  • Mark Potosme: Que no se vuelva a aparecer en Nicaragua este viejo hediondo. Esos no comen banano por no botar la...
  • Allan Brito: La peor raza de la tierra, sino preguntenle a los paleestinos que sufren un verdadero holokausto por mas...
  • Montecristo: Estas agencias estan infestados de moclines y gays deprabados y son los que imponen las nuevas modas...
  • El Alguacil: La idea nunca fue que nosotros terminemos pagando el impuesto, sino que no entraran productos narcos....
  • MADE IN COLOMBIA: es re gracioso eso que llaman “impuesto patriotico”, al final ese arancel lo termina...