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Hijas de casa viven y crecen con graves secuelas sicológicas

* Trabajo infantil doméstico es una de las peores formas de explotación

Rosario Montenegro Zeledón

Que niños y niñas contribuyan con las tareas de casa, cuando empiezan a socializar, no es una forma de explotación, sino una práctica familiar universal, señala Save the Children-Nicaragua en el estudio denominadoTrabajo de niños…responsabilidad de adultos, en que identifica cuatro peores formas de trabajo infantil en el país: recolección de basura, maletero, venta ambulante, y trabajo infantil doméstico.

El organismo señala que en el caso del trabajo doméstico infantil es una práctica que puede ser recomendable, siempre que se realice con sentido formador y no se afecte la educación y recreación de niños y niñas, posición con la que coincide la siquiatra Gioconda Cajina.

¿Pero cuándo esta práctica se convierte en explotación?
El problema es cuando niños y niñas son sometidos a largas jornadas laborales, se les afecta su derecho a la recreación, educación y al descanso. El estudio revela que en Nicaragua persiste la figura de las “hijas de casa”, que no es más que un disfraz para la explotación laboral infantil.
En estos casos generalmente las niñas provienen de familias que están buscando un techo para que sus hijas tengan la oportunidad de estudiar. “Las familias de mejores recursos les ofrecen a los padres una serie de supuestos beneficios, pero no es cierto que una familia agarra a una hija de casa haragana, que va a ir junto a todos sus hijos a ver televisión, pero si no cumplen con los que ofrecieron, es deber de los padres quitarla”, señala Cajina.
Otro de los problemas que advierte la siquiatra es que la familia biológica se desliga totalmente de su hija, lo que la deja más vulnerable para ser explotada y sufrir cualquier tipo de abuso, incluyendo el sexual.
El Instituto de Promoción Humana (Inprhu) realizó un estudio sobre el trabajo infantil en los municipios de Totogalpa y Macuelizo, y según Aura Estela Mendoza, subdirectora de ese organismo en Nueva Segovia, “las hijas de casa prácticamente son esclavas, viven en esclavitud, trabajan sin horario, sin beneficios, sin prestaciones sociales, sin seguridad social, sin estudios y muchas veces bajo el riesgo de abuso sexual por parte de los familiares de los mismos patrones”.
“Vemos que las niñas domésticas en casas de terceros bañan a los perros, acompañan a la patrona a ir a la iglesia, ocupan a la niña para que les sobe el cuerpo, les sobe los pies a la patrona, ara que le unte Zepol, Cofal, para que les cuide a los nietos, que cuide la casa. ¿Y cómo recompensan toda la explotación a la que son sometidas?, con ropa usada, zapatos usados o con la mochila que dejó el hijo, que ya no le gustó”, señala Mendoza.
Hijas entregadas por deudas
La funcionaria del Inpruh señaló que uno de los hallazgos encontrados es que algunos padres de las zonas rurales entregaban a sus hijas como domésticas a fin de pagar deudas.
“Por ejemplo, los de Macuelizo y Santa María nos decían: le debemos al patrón, a la patrona, entonces tenemos que mandarle a la chavala para que desquite esas deudas”.


La doctora Cajina advirtió que el desarraigo familiar que sufren estas niñas tiene “un cuantioso corolario de secuelas sicológicas y afectivas en las niñas, sobre todo cuando se las coloca a muy temprana edad, y su estructuración mental no es todavía sólida”.
“Si los padres la entregan para su superación, nunca deben desligarse de la hija, a la criatura la separan totalmente de su familia, ahí no le están siendo respetados sus derechos de identidad con su familia de origen”, advierte la doctora Cajina.
Destaca que muchas de estas niñas o niños cuando son adultos enfrentan depresiones, debido a que no tienen una identidad y se encuentran divididos entre su familia biológica y la que los crió.

“Por la madre biológica no siente afecto y por la madre que la crió tiene una ambivalencia: por un lado agradece que les dio estudios, donde se siente ligada es con la familia que la crió aunque la hayan tenido de sirvienta, pero se preocuparon porque no se quedara en ese estatus”.

¿Hijas de casa o esclavas en casa?

Trabajo infantil doméstico, una explotación generalizada y oculta

Voces del trabajo infantil doméstico

Este proyecto ha sido auspiciado por el Fondo de Apoyo al Periodismo del Programa Vida en Democracia.

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